El Perú entero está sufriendo vergüenza ajena, debido a la disparata defensa que arguye su presidenta, frente a la evidente corrupción que demuestra su gobierno.
Dina Boluarte tiene un historial delictivo que la define
plenamente, egresada de la Universidad San Martin como abogada, asumió diversos
cargos en clubs y asociaciones, siempre en los puestos donde se podía manejar
fondos, tomando ventaja de esto para provecho personal y dejando el puesto en
medio de serias acusaciones.
La mas reciente y conocida es en la presidencia del club
departamental Apurímac, donde, entre otras cosas, ha reconocido el delito de
estafa y evasión tributaria, al desviar los fondos del club hacia sus cuentas
personales, para no asumir las responsabilidades con sus acreedores, además de
continuar manejando dichos fondos privados, siendo ya ministra de estado, lo
que está prohibido por ley.
Cerrón vio en ella la oportunista sin escrúpulos que
necesitaba para cubrir su cuota de género en la plancha presidencial, y durante
la campaña electoral, aprovechó para dar uso individual de los fondos que los
simpatizantes y patrocinadores del partido aportaron.
Durante su gestión como ministra, se están descubriendo
concesiones irregulares que hizo aprobar, así como contrataciones de personal
favoreciendo a sus allegados sin cumplir los requerimientos para el puesto.
Para asumir la presidencia de la república, traicionó los
ideales del partido que la llevó al puesto y a las personas que le confiaron el
cargo, sometiéndose a los intereses de los grupos más reaccionarios y
retrógradas del congreso, condición que le impusieron para sostenerla en el
poder; traidores unos que también necesitaban de otra traidora para permanecer
en sus puestos y no tener que renunciar para llamar a nuevas elecciones.
La ladina de la Dina, nacida en la pobreza de un olvidado
pueblito de Apurímac llamado Chalhuanca, supo aprovechar sus oportunidades,
desde un inicio, sometiéndose a quien tuviera que someterse y destruyendo a
quienes tuviera que destruir para conseguir sus objetivos.
Jamás soñó en convertirse en presidenta de la república,
como tampoco esperaban ganar las elecciones Cerrón ni Castillo, su máxima meta
era conseguir una buena representación parlamentaria; solo el extensivo rechazo
a Keiko y los fujimoristas, logró que ganaran las elecciones.
Ahora, con el poder omnímodo que le otorga el respaldo
incondicional del congreso, la soberbia del lujo le nubla la consciencia, esta
pobre campesina nacida en un pueblo olvidado, que nunca pudo ostentar pompas, hoy
no resiste la tentación de llenarse de brillantes y diamantes, relojes Rolex,
automóviles ultimo modelo, ropa y zapatos de diseñadores famosos, pero todo a
costa del dinero del erario público. Sin escrúpulos para asociarse con
personajes ligados al narcotráfico, prostitución y lavado de activos.
Ante el escándalo político desatado con la revelación de
sus veleidades, trata de escudarse en su condición de mujer y su extracción
andina, miente descaradamente, desarrolla diferentes versiones de los hechos,
contradiciéndose a si misma y finalmente confesando unos delitos en su afán de
librarse de otros; dejando una imagen vergonzante para la nación en la persona
de su máximo representante como presidente del país.
La acción de la prensa y las investigaciones de la
fiscalía, están dejando al descubierto toda la podredumbre del sistema político
vigente; ¿Cuál será ante esto la reacción del congreso? ¿Tomará la decisión que
todo el Perú espera, activando la vacancia presidencial? ¿O seguirá defendiendo
la corrupción hasta que el sistema colapse y tengan que sacarlos por la fuerza?
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